05/06/2017
Simplemente como el titulo del post, mirando el mar, no soy de playa, soy mas de piscina. pero lo cierto es que unos minutos mirando el mar, relajan y sientan verdaderamente bien, aunque no te guste la playa en verano.
La brisa del mar al atardecer, el sol medio escondido, la playa desierta, las gaviotas revoloteando, se respira tranquilidad en el paisaje, no hay prisas, no hay cáncer por un rato.
El ruido del viento, resopla en mis oídos, algunas valientes olas se acercan a la arena y se van despavoridas para volver al minuto, a intentar ganar espacio a la arena.
Que imágenes tan perfectas y bonitas, algo tan simple, sencillo y a veces inadvertido ante nuestros ojos, quizá la vida nos hace frenar en seco, para que podamos apreciar, y ver lo bonito que hay a nuestro alrededor y que con tanta velocidad diaria nos estábamos perdiendo.
Me siento grande y pequeña a la vez, frente al grandioso mar, cuantas sensaciones y emociones asaltan mi cabeza y al momento desaparecen, dejándome sentir un momento de plenitud.
El tiempo parece estar detenido, la brisa me acaricia la piel, creo que he recargado fuerzas y energía, que gusto sentir paz.
¡¡Que no me gusta el rosa!! y ¡¡Sí!! Tengo cáncer. 